
Quebró como quiebran las ilusiones al encontrarse con la realidad. Quebró como si estuviese deseándolo, como acaba por desaparecer una pompa de jabón al contacto con la piel. No tenía cartel que avisase de su fragilidad, lo juro. Ninguna alerta ni llamada de atención. Todo parecía normal, pero quebró.
Yo lo miraba como el niño que acaba de cargársela y sabía que se iba a llevar una reprimenda. Como el reo que sabe que va a ser ajusticiado. Como el conejo que, impasible, ve acercarse los faros en la carretera. Nada quedaba ya por hacer. A punto estuve de quebrarme yo también. Con todo lo fuerte que siempre me habían dicho que era. Con todo lo fuerte que parecía. Joder, ¿cómo iban a estar todos equivocados?
Limpié la sal y seguí, impasible, ya no como el conejo que ve acercarse los faros; sino como el que ve una injusticia contra la que nada puede hacer. Como el que pone su vida por delante del resto en un acto de egoísmo y supervivencia más que de cobardía. No corrí, eso sólo lo hacen los culpables que temen ser pillados. Él quebró solo, no tuve culpa. Y no había nada que pudiese hacer ya.
Mestura es un proyecto colaborativo entre Okaro y Jorge Pedrosa. Una suma de miradas en la que se van aprendiendo en dos tiempos. Primero, Okaro plasma en una fotografía su visión de la realidad. Después, Jorge Pedrosa, digiere, tamiza y le pone texto a la imagen.