Un viaje con amigos. El sonido de las olas. Una siesta ilimitada. Encontrar un billete mientras paseas. La cerveza bien fría en días de calor. Un mensaje de buenos días. La palabra gratis. El primer día de vacaciones. Una columna de Alcántara. Volver a casa por Navidad. Una película de Nolan. Encontrar aparcamiento a la primera. Que el traje te quede como un guante. La lluvia cuando sabes que no tienes que salir. Un poema de Quevedo. Encontrarte con españoles fuera de nuestras fronteras. Un verso suelto. Una sonrisa en el bus. Una mirada indiscreta. La luz cálida de una vela. El olor de un jazmín en una noche de verano. Andar por la arena. Un baño desnudo en el mar. Ser el agraciado en un sorteo. Que te roben un beso. Un masaje después de un día largo. Una canción de Sabina. Budapest. Llegar a fin de mes sin preocupaciones. No conocer a tu médico.

Una cena para dos. El crujir de una chimenea. Aprender un insulto en otra lengua. Brindar después de mucho tiempo. Un abrazo en el aeropuerto. Un domingo en la grada. Un gol en el último minuto. Una librería con estanterías de madera. El jazz en directo. Chiquito. El olor de su colonia. Los tejados de París. Las anotaciones en un libro de poesía. Un cuadro de Van Eyck. Una obra de teatro efímera. Deshacer la maleta. Atún rojo en Conil. Encontrar tu talla en rebajas. El sol de primavera. León en otoño. La nieve en Viena. El rosetón de Notre Damme. Una foto en blanco y negro. Un póster de James Dean. Recibir una carta de un amigo. Encontrarte un mensaje en una botella. Acertar con un regalo. Leer un libro del tirón. Una máquina de escribir. Un poema a medio escribir. Placeres mundanos.