El lunes fue el cumpleaños de P. y lo fácil hubiese sido decirle cuál era su regalo, a nosotros nos gusta jugar a adivinarlo. Hemos convenido sin tener que verbalizarlo que nuestros regalos son siempre libros. Ahora quiero que lea a Queneau, pero creo que no le entusiasma demasiado la idea. Para darle pistas comenzaba …
